“¡No lo cargues mucho, para que no se mal acostumbre!”
Hoy se me llenó la copa y me dije: tengo que compartirlo.
En nuestro país existe ese dicho popular para las mamás recién paridas, o con niños pequeños. ¡No hay nada más falso! Debemos hacer todo lo contrario – incluso lo ideal es separarse solo para lo necesario, sobre todo en el primer año.
En la mente del recién nacido, la separación la interpretan como un abandono. Mientras más gradualmente son separados, tendremos más adultos seguros, independientes y felices.
Para seguir leyendo sobre este tema, les recomiendo leer La mente del bebé recién nacido de David Chamberlain (2003).